De historias de terror va el asunto. En la última entrada os hablaba de la presión a la que a veces te ves sometido para
conservar tu querido número de colegiado y hoy toca hablar de una entidad a la
que temerás (y temerán) por encima de todas las cosas. El malvado CQC (y no, no
es Caiga Quien Caiga).
¿Qué es el CQC? El CQC (Care Quality Commision) es
un organismo independiente del departamento de salud, creado en 2009 como unión de
varios organismos parecidos, que se
encarga de la regulación de los centros de salud y centros sociales de
Inglaterra: hospitales, centros de atención primaria, residencias, dentistas…
Si las SS se hubiesen dedicado a la auditoría,
habrían sido la primera esencia del CQC. Son como Atila el Huno, allá donde
pisan no crece la hierba. Ahora fuera bromas, dan miedo. Vale, lo mismo estoy exagerando un poco… pero
sí dan miedo, sí.
El CQC básicamente lo que hace es una auditoría
externa (cada hospital tiene su propio “CQC” interno, para controlar que todo
está correcto) en el hospital, y me diréis, vale, ¿y eso cómo funciona? Cada X
tiempo el CQC viene al hospital, servicio por servicio, y controlan todo lo
habido y por haber: que todos los papeles estén rellenos y correctos, qué haces
en tu trabajo, cómo haces tu trabajo, que todo esté limpio y ordenado, si sabes
cómo reportar un incidente, si sabes quienes son los altos cargos del hospital…
no sé, cualquier cosa que se os ocurra. En base de eso, hacen un informe
englobando varios puntos, servicio a servicio, y establecen una valoración, siendo la siguientes:
Os dejo una captura de una buena valoración (las hay horrorosas) y los criterios.
Otra de las cosas que hace que todo el mundo les
tema es, básicamente, un añadido a su poder. Y es que entran arrasando con
todo. En función de cómo sea de grande la unidad y de tu valoración anterior,
se te planta allí más gente que en la guerra, te van cogiendo por banda y no te
sueltan. Es un poco como un interrogatorio. Por lo que hablé con mi anterior ward manager, al parecer les han dado
algún tirón de orejas por su forma de actuar y han aflojado un poco. Pero no
tienen piedad.
Por ello, lo mejor que podéis hacer, si no podéis
huir, es no esconderos. Huelen el miedo y van a por ti. Así que sed decididos y
hablad directamente con ellos (al final os contaré una anécdota graciosa…
aguantad un poco).
Lo mejor de todo esto es que cualquiera puede
formar parte del CQC. Es tan fácil como apuntarte y punto. Así que sí, es un
poco sangrante que propios compañeros de profesión sean tan agresivos. Entonces
se convierte un poco en una mezcla de miedo y odio a partes iguales.
Obviamente, no aparecen de forma aleatoria. A ver,
sí y no. Suelen avisar con unas fechas sobre las que pueden aparecer por el hospital y, en función a eso, concertan una o varias días fijos en los que
revisarán la planta y luego, al margen de esas, pueden aparecer en cualquier
momento, sin avisar. Y cuando digo en cualquier momento, es a cualquier hora. Que lo
mismo aparecen a las 2 de la madrugada un martes que un sábado a las 11 del
mediodia. Nunca se sabe.
Os dejo el enlace a un informe aleatorio que he escogido en su página web, para que veáis cómo son las valoraciones que hacen. Y si tenéis interés o curiosidad, podéis pasar por su web y echar un vistazo general. La podéis utilizar para conocer el CQC de un hospital en el que estéis interesados, por ejemplo. Así os sirve un poco de guía para decidiros.
Ahora, el momento anécdota. Yo parece que voy
persiguiendo al CQC allá donde voy. En mi antiguo hospital me tocó y en este
también. ¿Lo mejor de todo? Que no he hablado con ellos en ningún momento. En
mi antigua planta dio la casualidad que libré los días que vinieron. Bien.
Pero hace 2 días aparecieron por la UCI… ay madre
cuando me di cuenta que estaban por ahí… Cogieron a una compañera por banda y
estuvieron un buen rato con ella y cuando se iban acercando lentamente hacia
donde yo estaba… aproveche que era la hora del descanso y tenía media hora
pendiente… así que sí, básicamente me cogí mi descanso hasta que se fueron de
la planta y me quité de problemas. Así que ya sabéis, sed valientes y os
acercáis a hablar con ellos o directamente coged el descanso y así no os ponéis
nerviosos de más. Podéis elegir la opción que más os guste.
Nos vemos la semana que viene compañeras/os :)
Buenos detalles para tener en cuenta
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