Mi día a día en un hospital británico

¡Buenos días! Como os prometí, nuevo viernes y nueva entrada.
Y diréis, ¿cómo publica tan pronto? Pues porque voy a entrar a trabajar. Y sí, aquí son las 6:30 y se me caen los ojos ya.

La verdad que le he dado muchas vueltas al tema de la “primera” entrada. ¿De qué hablo con todo lo que puedo contar? Y, sobre todo, ¿qué puedo contar que sea medianamente interesante? Así que, a modo de aperitivo, he decidido hablar de lo que sería mi día a día en una unidad de ictus. Está claro que no será así en todo Reino Unido, pero dudo que haya muchas diferencias entre las unidades médicas y/o quirúrgicas.

Lo primero, mi jornada laboral es de 7:15 a 19:45, si trabajo de día o long day, como suelen decir, o de 19:15 a 7:45 si trabajo de noches. Sí, aquí lo normal es trabajar sobre 12 horas y media o 13 horas, aunque puede darse el caso que trabajes solo mañanas o tardes, aunque es raro.
Cuando trabajo turnos completos, tengo dos descansos: uno de 20 minutos a media mañana y otro de 1 hora para comer. Esto varía bastante incluso dentro del mismo hospital entre servicio y servicio.
Dicho esto, nos ponemos al lío.


Llego al trabajo a las 7:10 y lo primero es reunirnos todos en el control de enfermería. A veces la senior sister (la semana que viene os hablaré de las múltiples figuras que existen en este país) nos da algún discurso, ya sea sobre cosas negativas o positivas, y nos reparte por la planta. La disposición de las plantas es diferente a las que te encuentras en España. Aquí no hay habitaciones, hay bays, y por cada uno tenemos a 6 pacientes, separados por cortinas (me parece la antiprivacidad absoluta). En mi planta hay 5 bays, 2 de agudos y 3 de rehabilitación. Normalmente, salvo cuando estamos faltos de personal (un clásico en UK que se repite día sí y día también) en rehabilitación hay un enfermero y un HCA (Healthcare Assistant) por cada bay, y en agudos dos enfermeros. Esto suele ser lo habitual. Una vez en el bay, haces el cambio de turno o handover (os pongo palabras en inglés por si venís aquí que no os suenen a chino, que algunas no es que las escuches muy asiduamente) con el turno anterior, yendo de cama en cama y, bueno, contando un poco lo importante: antecedentes, qué tipo de dieta, cómo es su movilidad, el NEW score, en nuestro caso también la escala de Glasgow y cuál es el plan para el paciente.
Una vez terminado el handover, chequeo las constantes del paciente, reparto medicación que pueda (sí, también hablaremos de esto en otro momento) y comenzamos los aseos que no se hayan hecho en el turno de noche, ya que sobre las 5:30 de la mañana se suele empezar a asear a algunos pacientes. Y hasta aquí llega mi momento de tranquilidad en la planta, ya que a partir de las 9 suelen llegar los médicos, los terapeutas ocupacionales, los fisioterapeutas (figura muy importante en el sistema sanitario británico, por cierto) y un largo etc... vamos, que se llena la planta de gente. Y a partir de aquí y hasta la hora de comer, sobre las 13:00, se sigue el plan de cada paciente y haces lo que surja, y sí, siempre van a surgir cosas: ir con el paciente a alguna prueba, nutriciones enterales, cosas que van pautando los médicos, que este paciente se ha quitado la vía, que la trabajadora social ha venido, que llama un familiar por teléfono…
Mientras los pacientes están comiendo tenemos una segunda reunión, en este momento con la junior sister que esté al cargo ese día, y nos cuenta el plan de cada paciente, por si hubiese cambios respecto al día anterior. En la zona de agudos suele haber mucho más movimiento en este sentido, cosa que me encanta, mientras que en rehabilitación los cambios tienden a ser pocos.
Por la tarde, más de lo mismo, ir haciendo un poco lo que surja, incluyendo posibles altas e ingresos, especialmente en la zona de agudos. Los familiares suelen estar por la planta, ya que el horario de visita es de 14:00 a 20:00, así que le añadimos un poco más de movimiento al asunto. Llegadas las 19:30, suele llegar el cambio de turno a tu bay, mientras les miras con ojitos deseosos por la necesidad de irte a casa, se hace el handover y así se acaba una larga y agotadora jornada de trabajo.

Así es como podría resumir un poco mi día a día. No, no es nada apasionante, lo sé. Espero que a los nuevos les sirva como guía y si alguien quiere dejar algún comentario sobre dinámicas distintas en sus plantas, siempre son bienvenidos.
Antes de despedirme quería explicar una cosa y es que, como veréis, no hay grandes diferencias en lo que a un día normal en una planta española se refiere. Las diferencias las encontramos en las funciones de la enfermería, que aquí no son exactamente las mismas que en España, por lo menos al principio. En las próximas semanas, desarrollaré las principales diferencias que podemos encontrar, tanto académicamente como en el día a día de nuestro trabajo.

¡Nos vemos el próximo viernes!